viernes, 21 de febrero de 2014

León Felipe (III) Sus obras y algunos poemas.


León Felipe (3)

Sus obras y Algunos poemas

Sus Obras:

Versos y oraciones del caminante (1920-1929)

Versos y oraciones del caminante II (1929)

Drop a Star (1933)

La Insignia (1936)

El payaso de las bofetadas (1938)

El Pescador de caña (1938)

El Hacha (1939)

Español del éxodo y del llanto (1939)

El gran responsable (1940)

Traducción de Canto a mi mismo (Walt Whitman9 (1941)

El poeta prometeico (1942)

Canto a mi mismo (1943)

Ganaras la luz (1943)

Parábola y poesía (1944)

España e Hispanidad (1947)

Llamadme publicano (1950)

El Ciervo (1954)

¿Qué se hizo el rey don Juan? (1962)

Como tú… (1962)

Rocinante (1967)

Oh este viejo y solo violín (1968)

En 1963 aparecieron en Buenos Aires sus Obras Completas


EL DOLOR

No he venido a cantar
No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra.
No he venido tampoco, ni estoy aquí arreglando mi expediente
para que me canonicen cuando muera.
He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar,
por el río
y por la nube…
y en las lágrimas que se esconden
en el pozo,
en la noche
y en la sangre…

He venido a mirarme la cara en todas las lágrimas del mundo.
Y también s poner una gota de azogue, de llanto,
una gota siquiera de mi llanto,
en la gran luna de este espejo sin límites, donde
me miren y se reconozcan los que vengan.
He venido a escuchar otra vez esta vieja sentencia en las tinieblas:
Ganaras el pan con el sudor de tu frente
“y la luz con el dolor de tus ojos”
Tus ojos son las fuentes del llano y de la luz.


REVOLUCIÓN

Siempre habrá nieve altanera
que vista el monte de armiño
y agua humilde que trabaje
en la presa del molino.
Y siempre habrá un sol también
-un sol verdugo y amigo-
Que trueque en llanto la nieve
Y en nube el agua de río.


PIEDRA DE SAL

Tú estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca…
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra

Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre de tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo… y una belleza
insaciable…

eterna…