miércoles, 22 de junio de 2011

Baedeker 2000 (Andres Eloy Blanco)

Baedeker 2000


“Al hijo de mi hijo, padre de la divina muchedumbre”

Así comienza Andrés Eloy Blanco, el prólogo para su libro Baedeker 2000, escrito  a pedazos en las mazmorras de una de las prisiones mas inhumanas de nuestro país, y que sin embargo, salió airoso, convirtiéndose en el poeta más popular por excelencia, en este prologo  aparece por primera vez la palabra “Colombismo”.

“Cuando hablo de Colombismo, no pretendo exhibir un ismo mas. Colombismo no es una escuela. Es un estado de alma. En la América por descubrir, aun más que en otras tierras, el mundo está a  retaguardia del Poeta.”…

Luego nos explica de donde sale su libro:

“Este libro –Baedeker 2000- fue escrito en las bóvedas del presidio de Puerto Cabello. En presencia del mundo indeseable, irrespirable, insoportable, en presencia de la realidad rechazada por el ser, el poeta intenta la evasión; crea su mundo y se mete en él; ya no vive sino en él; ni un minuto más está en la cárcel.”

“Ha creado la realidad deseable. Es una superrealidad, pero no aislada ni hermética.”

“Con él quiere el poeta que vivan todos los seres del mundo derrotado, de la realidad indeseable que le rodea y de la que está fuera de la cárcel, por todas partes, rodeando a los pueblos transidos.”

“…El poeta, en ninguna hora de su evasión, se fugó solo. Embarcados con él, almas de hombres y almas de pueblos, emproan la ruta de la superación. La función descubridora de mundos, anunciadora de justicias y climas, ansía renacer para dignificación del hombre y del Poeta…”

Y finaliza diciendo: “El “colombismo” es un estado de alma del Poeta frente a la responsabilidad.”

Estos poemas (en prosa su gran mayoría) fueron escritos entre 1929/1932 y su primera edición fue en 1938.

Esta edición (1960), la cual en su recorrido y sus mudanzas perdió, lamentablemente, su  caratula, fue efectuada por la Editorial Cordillera con motivo del quinto aniversario de la muerte del poeta e incluía: poemas, cuentos y teatro.

El director General de esta edición: Juan Lizcano y su portada fue realizada por Mateo Manaure.

 Aquí uno de los poemas poco reproducidos en sus muchas antologías.
AUTORRETRATO.
Nací en una revuelta,
y me voy por la puerta de un idilio,
viví una Revolución.

 Estoy de pie en los campos
que mi calor maduró al fin para los hombres.

 Ante mis ojos
las llanuras que sabían a sangre
están tendidas, puestas a secar.

 De la montaña ideológica
quedo una frase de divinidad sustantiva:
el Hombre es una fuerza que ama.

 Ayer fueron los lobos a comer a mi puerta
y el lobo es el hombre del lobo.


La tierra esta calmada como después de un cuento.
Quien menos oye, oye amar a la semilla.

 El caliente ecuador
es una rueda de amigos
y una espiral de voces acuatiza en las nubes.

Yo vi el día solar en que murió la guerra
Y puse mi reloj en el primer minuto.

 Soy magro. La calavera
asoma a flor de piel;
dos hilachas de nieve atraviesan la calva;
tengo el amarillo de las hojas de octubre
y mucho escrito en el pergamino de las manos.

 Pero siento elásticos los tendones
y tengo una legua de mirada.

 Aquí estoy en los campos.

 Bebí el último trago romántico
y el primer sorbo ultraísta.

 Le di a la vida, un instante por instante,
todo, todo y la noche extra sobre el cuadrante.
Con la voz de mis horas cantó ella;
lo que el camino me iba sembrando por los pies,
me florecía en la cabeza.

 Amor: viví bastante
para encontrar de nuevo a mi primera novia
y tomarla otra vez en su primera nieta.

 Tuve un archivo; lo he ido quemando.

 Amo el Arte en el Poeta de Hoy,
bello como el atleta griego,
tallado en deportes,
que salta de la cama al estadio
y va a la plaza pública, donde el pueblo lo usa
para lanzarlo como un disco en la armonía de la mañana.

 Creo en el poeta útil,
soberanamente altruista,
y aladamente extraterritorial,
cuyo canto higienizado
sea un surtidor de salud
que se respire como un temperamento.

 Tengo 103 años,
firme como erecciones.

 Recuerdo el día
en que fui injertado de la glándula taumaturga.

 El cirujano
sembró en mí la astilla de eternidad.

Para injertarme
trajeron un gorila de timidez resuelta,
como la que da el ojo de un inmigrante joven.

 Era un hermoso cuadrumano,
un segundón de selva
el hermano de leche de mi resurrección.

 Al concluir el injerto,
quedé dormido.

 Pero aquella misma noche
empecé a sentir a mi huésped moverse.

 Se aclimataba a mis vías urbanas
con torpeza de criado pueblero.
Lo sentía saltar de rama en rama
hasta la copa de mi árbol circulatorio.
Lo sentía colgado por el rabo en mis nervios;
y al fin se fue asomando al sabor de mi boca
cuando la carne del balneario se desgajo sobre la arena.

 Tengo 103 años
firmes como erecciones
y digo que la vida es buena de beberla.

 Tengo cien hijos míos
y en mi próximo plano
seré el mejor logrado de mis nietos.

 Tengo cien hijos míos
y uno que tuve en nombre de mi hermano el gorila,
porque puse en tenerlo mi pedazo de él.

 Estoy de pie en los campos, esperando a mis hijos
para darles el santo y seña de mi vuelta.

 Soy un siglo con erección de antena
y gozaré al sembrarme en el surco caliente.
Ese día -¡por fin!- la amada tierra y yo
acabaremos juntos.

 Regresaré. El amor estará cosechado.
Encontraré plantada una selva de madres
y dar mi canto nuevo a los cuatro horizontes
regresarán mis hijos, eternos de esperarme.

 Andrés Eloy Blanco.

1 comentario:

  1. BUENO DE PRONTO ENCONTRÉ SU LIBRO EN MI BIBLIOTECA LLAMADO "BAEDEKER 2000. QUISE ACERCARME A ESTE MARAVILLOSO POETA VENEZOLANO. LO ESTOY LEYENDO PARA HACERLO MIO. YA VI SU ROSTRO EN LAS IMÁGENES EN GOOGLE. SE PARECE A VARIOS DE MIS TIOS LOS GAMEZ CALCAÑO. SEGUIRÉ EN MI COMPAÑÍA CON ANDRES ELOY BLANCO. YO ANTONIETA SOSA CARACAS LUNES 14 AGOSTO 2017 Y SON LAS 7:05 P.M. UN SALUDO PARA TODOS

    ResponderEliminar